EL IMPERIO DE LOS INCAS

El Imperio Inca o incaico fue el imperio más extenso en la América precolombina.​ El territorio abarcado por el imperio se denominó Tawantinsuyo o Tahuantinsuyo (en quechua: Tawantin suyu, lit. ‘las cuatro grandes regiones o divisiones’) 

A mediados del siglo XV los orígenes del imperio se remontan a la victoria de las multietnias, lideradas por Pachacútec frente a la confederación chanca en Yawarpampa 1438. Luego de la victoria, el curacazgo incaico fue reorganizado por Pachacútec, con quien el Imperio incaico inició una etapa de continua expansión, que prosiguió con su hermano Cápac Yupanqui, luego por parte del décimo inca Túpac Yupanqui, y finalmente del undécimo inca Huayna Cápac, quien consolidó los territorios, confrontación por el trono entre los hijos de Huayna Cápac: los hermanos Huáscar y Atahualpa, que derivó incluso en una guerra civil. Entre los incas la viruela acabó con el monarca Huayna Capac, provocó la guerra civil previa a la aparición hispana y causó un desastre demográfico en el Tahuantinsuyo. Finalmente Atahualpa vencería en 1532. Sin embargo su ascenso al poder coincidió con el arribo de las tropas españolas al mando de Francisco Pizarro, que capturaron al inca y luego lo ejecutaron. Con la muerte de Atahualpa en 1533 culminó el Imperio incaico. Sin embargo, varios incas rebeldes, conocidos como los «Incas de Vilcabamba», se rebelaron contra los españoles hasta 1572, cuando fue capturado y decapitado el último de ellos: Túpac Amaru I.

Los incas consideraban a su rey, el Sapa Inca, como el "hijo del sol".

La economía inca ha sido descrita de manera contradictoria por los eruditos: como "feudal, esclavo, socialista. El imperio Inca funcionó en gran parte sin dinero y sin mercados. 

HISTORIA

Fuentes Históricas
La primera imagen del Inca en Europa. Pedro Cieza de León. Crónica del Perú, 1553.
Cuadro cusqueño del siglo xvii con los linajes incas mentados por las crónicas coloniales y su relación con las reinas reales del Cusco, que esconden tras de sí una compleja representación de la organización social incaica.

Las crónicas europeas sobre el imperio incaico

Los primeros vestigios escritos sobre el imperio incaico lo constituyen las crónicas registradas por varios autores europeos (posteriormente existieron cronistas mestizos e indígenas que también recopilaron la historia de los incas); estos autores recopilaron la «historia incaica» basándose en relatos recogidos por todo el imperio.​ Los primeros cronistas tuvieron que enfrentar varias dificultades para poder traducir la historia incaica ya que, además de existir una barrera idiomática, se enfrentaron al problema de interpretar una manera de ver el mundo totalmente distinta a la que estaban acostumbrados.​ Esto condujo a que existan varias contradicciones entre los textos coloniales y un ejemplo de ello lo representan las cronologías sobre los gobernantes incas; así, en muchas crónicas se atribuyen las mismas hazañas, hechos y episodios a distintos gobernantes.​

Sobre las crónicas del imperio incaico, es importante acotar que sus diversos autores tuvieron ciertos intereses al escribirlas. En el caso de los cronistas españoles, su interés fue «legitimar la conquista a través de la historia», para esto en muchas crónicas se señala que los incas conquistaron usando enteramente la violencia y por lo tanto no tenían derechos sobre los territorios conquistados. En otro caso los cronistas ligados a la Iglesia católica buscaron legitimar la evangelización describiendo a la religión incaica como obra del demonio, a los incas como hijos de Noé y tratando de identificar a las deidades incaicas con las creencias bíblicas o el folklore europeo.​ Igualmente existieron otros cronistas mestizos e indígenas que también tuvieron un interés de ensalzar el imperio o alguna de las panacas con las cuales se emparentaban, como el caso del Inca Garcilaso de la Vega, en su obra "Comentario reales de los incas" quien mostraba un imperio incaico idealizado donde no existía la pobreza, se repartía la riqueza y los recursos se explotaban racionalmente

Las fuentes históricas incaicas

Los ayllus y panacas tenían cantares especiales mediante los cuales narraban su historia. Estos cantares se ejecutaban en determinadas ceremonias frente al Inca. Estos relatos, a manera de memoria colectiva, constituyen los primeros registros históricos recogidos en las crónicas.​

Otro recurso utilizado para registrar la historia fueron unos mantos y tablas que contenían pinturas representando pasajes heroicos. Estos documentos fueron guardados en un lugar denominado Poquen Cancha. Se sabe que el Virrey Toledo envió al rey Felipe II cuatro paños que ilustraban la vida de los incas añadiendo con sus propias palabras que «los yndios pintores no tenían la curiosidad de los de allá».​

Además, algunos hechos pasados fueron almacenados en los quipus, aunque no se sabe cómo pudieron utilizar estos sistemas de cordeles y nudos para almacenar hechos históricos existen varias crónicas que describen que los quipus servían para evocar las hazañas de los gobernantes.

En general, en el imperio incaico se recordaban los hechos que les parecían importantes de recordar y no era necesaria la precisión. Además, los gobernantes podían ordenar excluir intencionalmente de los registros históricos algunos hechos que pudiesen molestarles. María Rostworowski denomina a esta cualidad de la historia incaica una «amnesia política» que era asumida por todo el vulgo pero que era recordada por las panacas o ayllus afectados, siendo este un factor que contribuyó a las futuras contradicciones en las crónicas europeas sobre los incas.​

La reinvención de tradiciones

Luego del encuentro de la cultura hispana y la andina, se estableció la escritura como medio de transmisión y registro de información; además se inició un proceso de mestizaje y sincretismo que dieron lugar a la recreación de tradiciones y la invención de otras.​

El aporte para esta recreación e invención de tradiciones fue tanto hispano como andino; esto se evidencia en las crónicas del siglo XVI en donde se describen personajes como el caso de Tunupa y Huiracocha con los apóstoles Tomás y Bartolomé, describiéndolos como hombres blancos y barbados que impartieron enseñanzas. Igualmente el imaginario europeo buscó, e incluso creyeron encontrar, «el dorado» y el «país de las amazonas» en el nuevo mundo. En otros casos, afirmaban que el Cuzco tenía el perfil de un león americano (puma), poniendo similitudes con algunas ciudades del renacimiento europeo que tenían perfil aleonado.​ Más recientemente, en el siglo XX, aparecen otros elementos de esta reinvención de tradiciones, como son los casos de la bandera del imperio incaico y la ceremonia cuzqueña del Inti Raymi.​ Cabe indicar que todas estas reinvenciones, son parte de un proceso natural en todas las culturas, pero para entender la historia incaica es necesario diferenciar cuales son los aspectos sincréticos o inventados y cuales no lo son.

Origen (histórico)

Gobierno de Manco Capac
El 1º Inca: Manco Cápac.

Fundó el imperio incaico, aproximadamente el año 1200 d. C. y fue su primer gobernante. Se caracterizó por el dominio de las tribus preincaicas que vivían dispersas en el Cuzco y sus alrededores. Manco Cápac unificó a los huallaspoques y lares, y con ellos se estableció en la parte baja de la ciudad. De este modo se inició la dinastía de los Urin Cuzco. Poco tiempo después ordenó la construcción de la primera residencia de los incas, el Inticancha o Templo del Sol. Su hermana y esposa fue Mama Ocllo.

  • Imperio legendario (fase local):

Época preestatal: formación

De escasa movilidad; se tienen pocas noticias de sus sucesivos gobiernos: Sinchi Roca, quien habría gobernado desde 1230 a 1260 sin conseguir una expansión significativa en el entonces reino cuzqueño; Lloque Yupanqui, que culminaría su gobierno en 1290 con el mérito de llegar a concretar diversas alianzas con distintos pueblos circundantes a los incas; Mayta Cápac reconocido por su victoria ante los acllahuiza y que culminaría su gobierno alrededor de 1320; y Cápac Yupanqui, el primer conquistador, a quien se debe la victoria ante los condesuyo. Este período habría durado aproximadamente 120 años, iniciándose aproximadamente en 1230 d. C. (año en que comienza el gobierno de Sinchi Roca), hasta 1350 d. C. (año en que culmina el gobierno de Cápac Yupanqui).

Una visión etnohistórica más general de este período describe que los incas llegaron al Cuzco alrededor del siglo XIII d. C. y, en el siglo siguiente, lograron imponerse a las poblaciones más cercanas al valle cuzqueño. Desde su llegada al Cuzco, los incas se habrían mezclado con algunos de los pueblos que habitaban el lugar y expulsado a otros. Habrían organizado su predominio al hacer alianzas con distintos curacas estableciendo relaciones de parentesco y al enfrentarse en guerras. A estas prácticas, que continuaron, se sumaron otras como el acopio de excedentes y mano de obra y la práctica de la redistribución. Para entender esta situación habría que considerar, además, que el prestigio religioso que acompañó a los incas fue la piedra angular de la eficacia de todos los mecanismos de expansión que emplearon en esta época.

Se denomina preestatal a esta etapa, porque en ningún momento surgió en sí una sólida idea de estado o nación incaica; sino aún existía la idea andina de considerarse una macroetnia, si bien esto cambiaría al extenderse significativamente el territorio de la etnia luego del gobierno de Cápac Yupanqui y sus diversas conquistas. El fin de este periodo coincide con el fin de la dinastía de los gobernantes Urin Cuzco (Rurin Qusqu), quienes vieron en Cápac Yupanqui a su último representante.

Gobierno de Pachacutec

El 9º Inca: Pachacútec
Territorios conquistados por Pachacútec.

Durante su gobierno se inició la expansión territorial, inaugurando de esta manera el periodo imperial al anexionar numerosos pueblos. Pachacútec mejoró la organización del estado, dividiendo el imperio en cuatro regiones o suyus. Por el norte, sometió a los huancas y tarmas, hasta llegar a la zona de los cajamarcas y cañaris (Ecuador). Por el sur sometió a los collas y lupacas, que ocupaban la meseta del altiplano. Organizó a los chasquis e instituyó la obligatoriedad de los tributos.

  • Imperio histórico (fase de expansión):
- Dinastía Hanan Cuzco: 1438-1471.

Gobierno de Tupac Yupanqui

El 10º Inca: Túpac Yupanqui
Territorios conquistados por Túpac Yupanqui.

Fue un destacado militar que logró importantes victorias durante el gobierno de su padre Pachacútec. En 1471 asumió el trono y amplió las fronteras del imperio hacia el sur, hasta llegar al río Maule en Chile. También sometió al reino Chimú y a algunos pueblos del altiplano y del norte argentino. Sofocó la resistencia de los chachapoyas y avanzó por el norte hasta Quito. Quiso incursionar en la selva, pero una rebelión de los collas lo obligó a desviarse hacia el Collao. Mejoró la recaudación de los tributos y nombró nuevos gobernantes visitadores (tuqriq). Murió en 1493.

  • Imperio histórico (fase de expansión):
- Dinastía Hanan Cuzco: 1471-1493.
Gobierno de Huayna Capac
El 11º Inca: Huayna Cápac
Máxima expansión del imperio al finalizar el gobierno de Huayna Cápac.

Se le considera el último soberano del incario. Durante su gobierno, continuó la política de su padre, Túpac Inca Yupanqui, en cuanto a la organización y fortalecimiento del estado. Para conservar los territorios conquistados tuvo que sofocar en forma sangrienta continuas sublevaciones. Derrotó a los chachapoyas y anexionó la región del golfo de Guayaquil, llegando hasta el río Ancasmayo (Colombia). Estando en Quito, enfermó gravemente y falleció en 1525. Algunas crónicas españolas postulan que además amplió las fronteras del imperio más hacia el sur, y que incluso habría llegado hasta el río Biobío en Chile; aunque este límite más austral no ha sido comprobado arqueológicamente, y no es aceptado históricamente. Con su muerte se inició la decadencia del imperio.

  • Imperio histórico (fase de expansión):
- Dinastía Hanan Cuzco: 1493-1525.

Crisis de sucesión

Las crisis de sucesión eran un fenómeno coyuntural que era muy frecuente en la historia política del imperio. El que aspiraba a ser el nuevo soberano debía demostrar que era el «más hábil», tenía que ser confirmado por un oráculo y además tenía que ganar adeptos en las panacas cuzqueñas.​

Huayna Cápac nombró heredero a Ninan Cuyuchi​ (hijo de la Coya Mama-Cussi-Rimay), pero el sacerdote del sol hizo un sacrificio en el que vio que la suerte no le favorecería a Ninan Cuyuchi. Por ese motivo, cuando Huayna Cápac falleció en Quito, fue llevado en andas hasta el Cuzco manteniendo en secreto la muerte de este, para mantener el orden político. En ese contexto, Raura Ocllo, madre de Huáscar quien se encontraba en Quito junto a Huayna Cápac, viaja rápidamente al Cuzco acompañada de unos cuantos orejones para preparar la entronización de Huáscar. Según María Rostworowski, fue Raura Ocllo quien convenció a las panacas cuzqueñas para nombrar como sucesor a Huáscar; mientras que Atahualpa se quedó en Quito junto con otros nobles.​

Por su parte, Atahualpa era hijo de Tocto Coca (mujer que pertenecía a la panaca de «Hatun Ayllu»); y al morir su padre ordenó edificar en la localidad de Tumipampa un palacio en su honor. Este hecho enojó al curaca de Tumipampa llamado Ullco Colla, quien envió mensajes a Huascar acusando a Atahualpa de sublevación; además Atahualpa se quedó en el norte acompañado de varios generales importantes leales a Huayna Cápac, que tenían un aprecio especial por Atahualpa. Luego de este hecho, Atahualpa envió presentes a su hermano Huáscar, pero este último ordenó hacer tambores con los cueros de los mensajeros. Según Rostworowski, Atahualpa fue incitado a rebelarse por los generales de su padre, con quienes había participado en varias batallas contra los nativos del norte.​

En ese contexto ocurrió la rebelión de los «cañaris», quienes tomaron prisionero a Atahualpa encerrándolo en un tambo. La huida de Atahualpa toma un contexto mítico, pues según los oradores Atahualpa fue convertido en amaru (serpiente) por su padre sol, y así logró huir del encierro. Otras crónicas dan cuenta de que fue una mujer quien le entregó una barra de cobre con la que hizo un forado y pudo huir del encierro. Una vez libre, Atahualpa reunió un ejército y asesinó a sus enemigos en Quito y Tumipampa, esta última ciudad fue arrasada en venganza a Ullco Colla; luego avanzó a Tumbes intentando avanzar hasta la isla Puná, pero el curaca de Puná se adelantó y arrasó Tumbes. Con el pueblo de Tumbes arrasado, los primeros españoles pisan el terrorio incaico.​

Gobierno de Huáscar

El 12° Inca: Huáscar

Huáscar no estuvo de acuerdo con el testamento de Huayna Cápac, ya que se creía con derecho de heredar todo el imperio incaico según las leyes, costumbres y tradiciones incaicas. Huáscar se enfrentó en 1531 después de muchos años de paz a su medio hermano Atahualpa, quien también se consideraba legítimo heredero del trono en la región de Quito. Muy pronto importantes regiones del imperio fueron sacudidas por sangrientas batallas entre tropas cuzqueñas y quiteñas, que terminaron con la victoria final de los últimos. Huáscar fue tomado prisionero y muerto posteriormente por orden de Atahualpa.

Gobierno de Atahualpa

El 13° Inca: Atahualpa

Hijo de Huayna Cápac con la noble incaica Tocto Ocllo Coca. Tras la muerte de su padre, se convirtió en gobernador de la ciudad de Quito. Bien sea al temor que le tenía a su hermano Huáscar o la ambición de convertirse en soberano, luego se proclamó Inca en Quito y así inició la guerra de sucesión incaica. Sus tropas, dirigidas por Chalcuchímac y Quizquiz, derrotaron al ejército de Huáscar en la batalla de Quipaipán (Apurímac) y entraron triunfantes al Cuzco. Enterado de la victoria, Atahualpa marchó a Cajamarca para ser coronado inca. En el trayecto fue aclamado por los pueblos del norte. Sin embargo, al llegar a Cajamarca, fue tomado prisionero por los españoles en la masacre de Cajamarca. Era el año 1532. Este hecho marcó el fin del imperio incaico.

En contra de lo pensado, Atahualpa (que gobernó de facto entre 1532 y 1533), no forma parte de la capaccuna al nunca ceñir la mascaipacha. Por lo tanto es impropio llamarle Sapa Inca, como algunas veces se le titula. Quito fue incendiada por completo por el general Rumiñahui en 1534, antes de la llegada de los españoles a la ciudad en busca de los tesoros del imperio, y fundada nuevamente por el español Sebastián de Benalcázar sobre las cenizas del pueblo incaico el 6 de diciembre de 1534.

Razones de la caída del Tahuantinsuyo

Las tropas de Quizquiz se enfrentaron al ejército combinado de Manco Inca y Pizarro. Pintura de Juan Bravo para la municipalidad del Cuzco.

Según Waldemar Espinoza Soriano,​ la teoría más consistente es la que resalta la difícil situación social y política que existía en el Tahuantinsuyo a la llegada de los españoles. Esta situación estaba caracterizada por los siguientes factores: Primero, un descontento de muchos pueblos con la situación imperial; Cieza de León menciona a los Chachapoyas, Cañaris y Huancas que brindaron gran ayuda material a los invasores. Segundo, la guerra civil entre Huáscar y Atahualpa había dejado a la clase dirigente del imperio dividida en dos bandos al igual que a los cuerpos militares; el resultado fue que muchos miembros del bando de Huáscar no hicieron casi nada para detener la caída del imperio e incluso se alegraron con el cautiverio de Atahualpa. Por último, el tipo de vida muy arraigada a la tierra y a sus señoríos hizo que los indios del Tahuantinsuyu acepten con menos resistencia la imposición de nuevos señores que otros pueblos como los que habitaban los actuales Chile o Colombia. La mayoría de estudios coinciden en que sin la ayuda de las etnias descontentas con el imperio hubiese sido imposible su conquista por parte de los soldados que llegaron de España.

Territorio del Imperio Incaico

Representación de las cuatro divisiones del Imperio Incaico o Tahuantinsuyu, que partían del Cuzco, la ciudad capital con forma de puma.

Los cuatro suyos en su conjunto se extendían a lo largo de más de dos millones de kilómetros cuadrados y llegaron a abarcar, en su período de apogeo (hacia 1532), parte de las actuales repúblicas de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina. Poseían aproximadamente cuatro mil kilómetros de costa en el océano Pacífico. La expansión se inició con el Inca Pachacútec y llegó a su apogeo con el Inca Huayna Cápac. Se atribuye la máxima expansión al Inca Túpac Yupanqui.

Hacia el norte, el Imperio Incaico se extendía hasta el río Guáitira, al norte en la frontera entre Colombia y Ecuador. En Ecuador, llegaron a abarcar una zona que incluiría las actuales ciudades de Quito, Guayaquil, Cuenca y Manta.

Hacia el noreste, se extendía hasta la selva amazónica de las actuales repúblicas de Perú y Bolivia. Son muy poco nítidos sus límites con esta debido a las esporádicas expediciones de exploración de la selva por parte de los habitantes del imperio debido a la gran cantidad de enfermedades y el miedo que los nativos poseían a esas zonas, pero se sabe que dominaban las actuales ciudades de Potosí, Oruro, La Paz y Cochabamba en Bolivia y prácticamente toda la sierra peruana.

Hacia el sureste, el imperio incaico llegó a cruzar la cordillera de los Andes (lo que en geopolítica moderna se conoce como encabalgarse), llegando un tanto más allá de lo que ahora se conoce como las ciudades de Salta y Tucumán en Argentina. El territorio incaico de la actual Argentina, conformó una zona especial que se denominó Tucma o Tucumán, que abarcaba las actuales provincias de La Rioja, Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy.

Hacia el sur, existen pruebas de que el Imperio incaico llegó a abarcar hasta el Desierto de Atacama (actual III Región de Atacama) en dominio efectivo, pero con avanzadas hasta el río Maule (actual VII Región del Maule de Chile), donde debido a la resistencia de los purumaucas (o picunches, pertenecientes a la etnia mapuche) no pudo seguir avanzando.

Hacia el oeste, si bien el Imperio Incaico limitaba con el océano Pacífico, hay quienes además postulan que los Incas habrían incluso llegado a mantener, a pesar de las limitaciones navales de la época, una cierta relación comercial con algún pueblo desconocido de la lejana Polinesia (Oceanía). El tema ha sido estudiado por José Antonio del Busto en una reciente publicación. Una de las personas que defendió esta teoría fue el difunto explorador difusionista noruego Thor Heyerdahl.

Su capital se encontraba en la ciudad del Cuzco —que, según la Constitución peruana, es la "capital histórica" de Perú—, en donde los cuatro suyos se encontraban.

División política: Suyos o regiones

Mapa del imperio incaico:
     Chinchaysuyo      Antisuyo      Contisuyo      Collasuyo

Los cronistas afirmaron que el imperio incaico estuvo dividido en cuatro distritos conocidos como suyos (del quechua suyu): Chinchaysuyo, Antisuyo, Collasuyo y Contisuyo. El centro de esta división era el propio Cuzco. Se ha atribuido al inca Pachacútec la creación de este sistema de organización del territorio; sin embargo sabemos que se trataba de una práctica que antecedió al gobierno de este gran reformador. Antes de consolidarse el dominio incaico en el Cuzco, el espacio en torno de esta ciudad estuvo también dividido en cuatro partes. Las divisiones entonces correspondían a los territorios de los señoríos del área. Cuando Manco Cápac y sus clanes se establecieron en la zona, crearon los cuatro suyus incaicos a partir de esta división.

Un tema que aún es motivo de discusión entre los investigadores es aquel de la extensión y los límites de cada suyu. Como hemos visto, la expansión incaica se inició con Pachacútec, quién conquistó los curacazgos del área cercana al Cuzco: los soraslucanas y tambos. Otros líderes militares como su hermano Cápac Yupanqui, y posteriormente Túpac Yupanqui y Amaru Yupanqui, continuaron las conquistas, mientras Pachacútec permanecía en el Cuzco. Por ejemplo, Cápac Yupanqui habría reconocido y visitado en la costa los valles de Chincha y Pisco, mientras que en la sierra central llegaría hasta Jauja. Túpac Inca continuó la conquista del Chinchaysuyu hasta la región de los cañaris (Tumibamba); mientras que Amaru Yupanqui y otros líderes militares conquistaron el Collasuyu hasta Chincha y el Contisuyo hasta Arequipa. Sin embargo, aún no sabemos si la franja costera entre Ica y Tarapacá fue conquistada en esta época o después, luego de que Túpac Yupanqui asumiera el mando supremo del Estado incaico. Por otro lado durante los tiempos de Túpac Yupanqui la frontera norte se estableció cerca de Quito; mientras que la frontera sur se fijó en el río Maule, 260 km al sur de Santiago de Chile. Durante el gobierno de Huayna Cápac se conquistaron nuevas regiones en el Ecuador y el extremo suroeste de Colombia (cercanías de Pasto). Estos son en general los límites conocidos del imperio. El punto menos preciso es el relativo a la región amazónica, donde es difícil precisar los alcances que tuvieron las incursiones incas.

SuyuMapaDescripción
Chinchaysuyo

(Chinchay suyu)

TawantinSuyu ChinchaySuyu.png
  • Ubicación: Se ubicaba en el cuadrante noroeste de la capital (Cuzco).
  • Grupo: Pertenecía al grupo Hanan -alto- (Hanansuyo, Hanan suyu).
  • Otros: Era la región principal.
Antisuyo

(Anti suyu)

TawantinSuyu AntiSuyu.png
  • Ubicación: Se ubicaba en el área de la ceja de selva al noreste de la ciudad del Cuzco.
  • Grupo: Pertenecía al grupo Hanan -alto- (Hanansuyo, Hanan suyu).
  • Otros: Limitaba con la selva amazónica.
Contisuyo

(Kunti suyu)

TawantinSuyu KuntiSuyu.png
  • Ubicación: Estaba situado en la vecindad de Arequipa.
  • Grupo: Pertenecía al grupo Hurin -bajo- (Hurinsuyo, Rurin suyu).
  • Otros: Era la región más pequeña.
Collasuyo

(Qulla suyu)

TawantinSuyu QullaSuyu.png
  • Ubicación: Se ubicaba en el cuadrante sureste de la capital (Cuzco).
  • Grupo: Pertenecía al grupo Hurin -bajo- (Hurinsuyo, Rurin suyu).
  • Otros: Ocupaba principalmente la zona altiplánica.

Organización territorial

Mapa del Tahuantinsuyo con sus suyos (regiones) y wamanis (provincias).

Cada provincia (wamani) estaba dividida en sayas o partes en las cuales habitaba un número variable de ayllus. El número de sayas de cada provincia solía basarse en la dualidad, si bien es cierto que algunas provincias llegaron a tener tres sayas, como la de los Huancas.

La base decimal de la administración

Para la mejor administración del imperio, era necesario asegurar que todos trabajaran y cumplieran lo que se les imponía. Con esta finalidad, los incas crearon una organización decimal que consistía en una escuela de funcionarios, cada uno de los cuales controlaba el trabajo de diez que estaban bajo su inmediata autoridad:

  • El Purec o jefe de familia (la base de la sociedad).
  • El Chunca-camayoc, encargado de una Chunca, es decir, el conjunto de diez familias. Mandaba a diez purecs y estaba encargado del censo de las personas correspondientes a su jurisdicción, distribuirles tierras y dirigirles en el trabajo.
  • El Pachaca-camayoc, funcionario al parecer equivalente al curaca, que controlaba una Pachaca o conjunto de cien familias. Estaba encargado de vigilar a los chunca-camayocs en el cumplimiento de sus obligaciones y revisar las decisiones que hubiesen tomado en asuntos de su jurisdicción.
  • El Huaranga-camayoc, a cargo de una Huaranga o conjunto de mil familias. Supervigilaba a los pachaca-camayocs; especialmente debía cuidar la exactitud de los registros censales y la equidad de la distribución de tierras, para evitar que aquellos aprovechasen su autoridad en perjuicio del bienestar del pueblo.
  • El Huno-camayoc, al mando de un Huno o conjunto de diez mil familias, amplitud que hace pensar en una confederación tribal estabilizada por la autoridad del Inca. Supervigilaba a los huaranga-camayocs. Conservaba los registros censales y de acuerdo con ellos dirigía la política agraria y los trabajos artesanales. Se hallaba subordinado al Tucuirícuc y al Suyuyuc Apu.

Organización política

El gobierno imperial era de tipo monárquico teocrático, la máxima autoridad era el Sapa Inca, aconsejado por el consejo imperial. Símbolo de su poder era la mascapaicha, una especie de borla de lana roja que ceñía en la cabeza. Ejercía las funciones de su gobierno desde el palacio particular que cada uno se hacía construir en el Cuzco. Desde donde concedía audiencia y administraba justicia. También viajaba con frecuencia por el Tawantinsuyo, llevado en andas sobre hombros de cargadores, para atender personalmente las necesidades de su pueblo.​

El Inca

El Inca y su consejo imperial (Tahuantinsuyo Camachic), según dibujo de Guamán Poma de Ayala.
La mascaypacha era el único símbolo de poder que otorgaba al Sapa Inca los títulos de Gobernador del Cuzco e Inca del Tahuantinsuyo (este último a partir de Pachacútec), a modo de corona.

A estos gobernantes, a los que se atribuía un origen divino, se les suele asociar los títulos de señor inca y sapa inca: "divino inca" y "único inca", respectivamente.

La "Capac cuna" era la lista oficial de gobernantes de la civilización incaica. Se especula que existieron más gobernantes de los que esta acepta y que varios fueron borrados de la historia oficial del imperio por distintos motivos. En total, fueron trece los soberanos incaicos.

  • Imperio legendario: Periodo sin Expansión:
~1200 - ~1230: Manco Cápac
~1230 - ~1260: Sinchi Roca
~1260 - ~1290: Lloque Yupanqui
~1290 - ~1320: Mayta Cápac
~1320 - ~1350: Cápac Yupanqui
~1350 - ~1380: Inca Roca
~1380 - ~1400: Yáhuar Huácac
~1400 - 1438: Viracocha Inca
  • Imperio histórico: Periodo de Expansión del imperio:
1438 - 1471: Pachacútec Inca Yupanqui
1471 - 1472: Amaru Inca Yupanqui
1472 - 1493: Túpac Inca Yupanqui
1493 - 1525: Huayna Cápac
1525 - 1532: Huáscar
1532 - 1533: Atahualpa

Aunque algunos historiadores consideran que Atahualpa no debe ser incluido en la capac cuna, argumentando que Atahualpa se habría declarado súbdito de Carlos I de España, además del hecho de que nunca llegó a serle ceñida la mascapaicha, el símbolo del poder imperial. Pero la mayor parte de los cronistas da como cierta la relación de 14 incas, asignando el escaño 14.º a Atahualpa.

Otros historiadores han seguido el linaje y consideran que deben tomarse en cuenta también a Tarco Huamán y a Inca Urco. El primero sucedió a Mayta Cápac y, después de un corto período, fue depuesto por Cápac Yupanqui. Inca Urco se ciñó la mascaipacha por decisión de su padre, Viracocha Inca, pero, ante su evidente desgobierno y la invasión de los chancas, huyó con él. Luego del triunfo de Pachacutec Yupanqui -el futuro Pachacútec Inca Yupanqui, también hijo de Viracocha Inca- sobre el pueblo enemigo, Inca Urco fue muerto en una emboscada que él mismo le tendió a su hermano. Asimismo, Garcilaso y algunos otros cronistas insertan entre Pachacútec y Túpac Yupanqui a Amaru Yupanqui, soberano de dudosa existencia.

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